Opinión

El jaque a Lim

Él no tiene prisa y juega con esa baza. El marrón del estadio lo tiene la ciudad

Peter Lim con su esposa en Mestalla

Peter Lim con su esposa en Mestalla / SD

El ajedrecista Akiba Rubistein empezó a ser víctima de una timidez patológica, de forma que, tras realizar cada movimiento, corría a esconderse en un rincón de la sala a esperar la réplica de su adversario. Ante la partida previa al 3 de agosto, esperemos que la sociedad valenciana lleve la iniciativa con movimientos de audacia y valentía. Existen dos jugadas en la mente de los estrategas de los representantes de la polis valenciana: ceder o no ceder. Es decir, exigirle a Lim un aval o no exigírselo. Un aval que Lim nunca aceptará, como es sabido. Entre estas dos jugadas radica el dilema que tiene ahora mismo el consistorio.

Jugada A. Exigir un aval. ¿Damos portazo institucional a Lim, dejando congelada la recalificación hasta que entre un nuevo máximo accionista que acredite interés y recursos para con el nuevo estadio, renunciando a solucionar a corto plazo un enorme problema urbanístico? Hay quien entiende que sería el jaque mate definitivo a Peter Lim. Sin embargo, esta opción plantea algunas dudas. En este escenario, Lim siempre puede acogerse a la solución de quedarse en el viejo Mestalla, sabedor de que, si la ciudad quiere solucionar algún día el tema del nuevo estadio, tendrá que darle la recalificación tarde o temprano. Él no tiene prisa y juega con esa baza. El marrón del estadio lo tiene la ciudad. Si esto lo queremos solucionar los valencianos, Lim entiende que hay que contar con él, sí o sí. Con lo cual, espera que los políticos se vean obligados a darle la recalificación si quieren arreglar el problema. Y es evidente que cualquier alcalde, de cualquier partido, querría arreglarlo.

Jugada B. Exigir unas mínimas garantías pero no un aval bancario. Pasa por querer creer que Meriton actúa con buena fe al mover peón para no salirse de la pelea por acabar el estadio y acoger el Mundial. Eso supondría esperar que hubiera un acuerdo político durante el mes de julio que desbloqueara el tema. De este modo, haríamos como que creemos que Meriton está poniendo de su parte y no existe chantaje. Mantener viva la llama del Mundial para que el consistorio se vea obligado a desbloquear las fichas urbanísticas. Quien se lo quiera creer, adelante. Siempre habrá alguien que piense que, así, Lim podría poner sus acciones a la venta más fácilmente, aunque ello suponga sacarles 50 millones más. El mayor riesgo, que Lim se perpetúe todavía más en el trono, in fuerza alguna de presión por parte de la ciudad.

Parto de la premisa de que cualquier opción que no sea intentar salvar Mestalla, me parecerá una derrota. Sin embargo, dado que esta solución no entra en los planes de nadie con capacidad de decisión, esas son las opciones que nos ofrece el tablero durante este próximo mes, antes de que Peter Lim recupere los beneficios urbanísticos de la operación, a cambio de nada. Todas las opciones entrañan riesgos. Es momento de un movimiento audaz y generoso. Si actuamos con estas premisas, tendremos más posibilidades de acertar. Por València y por el Valencia CF. Feliz verano.

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