Opinión

El mejor gol de Mbappé

Kylian Mbappé en rueda de prensa

Kylian Mbappé en rueda de prensa / / FEDERACIÓN FRANCESA DE FÚTBOL

Criado en el suburbio parisino de Bondie, Mbappé ha marcado su gol más sincero y, también, arriesgado. Por todo ello, el más valioso. El que se marca desde la conciencia y el sentido elemental de justicia, al tener presentes sus raíces y levantar la bandera de la diversidad. 

A mi hijo le gusta escuchar la canción «Ramenez la coupe à la maison» durante el trayecto en coche hacia sus entrenamientos de fútbol base. El tema celebra la victoria de Francia en el Mundial de 2018 y le evoca una cierta idea de compañerismo, descaro y alegría que le provoca una sensación de bienestar y le activa para jugar. A mí, me traslada a un metro de París, donde me imagino a cualquiera de esos ídolos aclamados ganándose la vida como hubieran podido, en caso de no haber sido tocados por la varita de los dioses que firman autógrafos. 

Anteayer, víspera del debut de anoche ante Austria, Mbappé retomó para la selección tricolor la bandera de la diversidad y la convivencia multicultural. Y lo hizo ante la amenaza de que se repita en las elecciones legislativas del próximo 30 de junio el triunfo que cosechó en los comicios europeos el Reagrupamiento Nacional presidido por la ultraderechista Marine Le Pen. 

En 1998, tras conquistar como anfitriona la Copa del Mundo, la selección francesa fue entronizada como referente de la integración. La mezcla de jugadores con ascendencia magrebí (Zidane y Djorkaeff), antillana (Karembeu) y de futbolistas autóctonos como Dugarry, Barthez y el actual seleccionador Didier Deschamps le dio a Francia su primer Mundial de Fútbol. El segundo, en Rusia, en 2018, como recuerda la canción, con los Mbappé, Griezmann, Kanté, Pogba, Lloris o Giroud, fue la confirmación de que el mestizaje puede ser tan ganador como enriquecedor. 

Como dice el personaje de José Coronado en la serie Entrevías: “Hace años, las personas llegábamos a la ciudad para ganarnos la vida desde los pueblos. Ahora, llegan para hacer lo mismo, desde diferentes pueblos del mundo”. Por supuesto, el discurso de Mbappé creo que apenas influirá en el resultado electoral. Sin ninguna duda, las políticas de migración no se pueden legislar a golpe de discursos de un jugador y merecen un análisis mucho más profundo. Eso sí, desde hace unas horas, Kylian Mbappé ha pasado de ser un producto más de marketing a convertirse en una persona que siente, sufre y se compromete. Mis respetos, monsieur Mbappé.

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