Guillamón, otro año de madurez y crecimiento

Tras un 2023 complicado, el de L’Eliana le dio la vuelta a su situación este último curso y arranca un periodo vacacional más tranquilo

Hugo Guillamón celebrando tu golazo ante el Barça

Hugo Guillamón celebrando tu golazo ante el Barça / JM López

Rafa Jarque

Rafa Jarque

Hugo Guillamón comienza ahora un periodo vacacional muy distinto al que arrancó hace justo un año. A lo largo de la temporada, el centrocampista de L’ Eliana ha recuperado su estatus en el equipo y ha terminado demostrando que es una figura totalmente necesaria en el actual Valencia CF. Su cabeza fría e inteligencia táctica en el centro del campo han sido herramientas trascendentales a lo largo de la temporada. De hecho, el mejor momento del equipo en cuanto a resultados llegó con su irrupción en el once titular y su periodo con más minutos. De su mano y del doble pivote que formó junto a Pepelu durante varias jornadas se germinaron las bases del sueño europeo que terminó quedándose en eso, en un sueño, tras un final de temporada flojo a consecuencia del cansancio físico y mental de los futbolistas de Rubén Baraja.

En lo individual, Hugo ha dado un vuelco de 180 grados a su situación. En 2023 arrancó el verano con más dudas que certezas tras haber vivido prácticamente en el exilio el final de una de las temporadas más críticas en la historia del Valencia. Desapareció no solo del once, sino de la rotación del equipo desde la jornada 29, ya con el Pipo en el cargo tras el experimento fallido de Gattuso y el enésimo periplo de Voro, y únicamente disputó siete minutos en las últimas 10 jornadas. En alguna ocasión, incluso, se quedó fuera de la convocatoria por decisión técnica. Una falta de protagonismo que abrió muchos escenarios en cuanto a su futuro ante intereses de varios equipos de LaLiga. Unos escenarios que Hugo se encargó de cerrar de inmediato reiterando su sueño de triunfar en el Valencia CF. 

El tiempo le está dando la razón y, aunque empezó esta temporada como acabó la anterio, desde la jornada 17 recuperó su sitio en el equipo. Y lo hizo por la puerta grande, con titularidad y golazo ante el FC Barcelona que precedió a una racha del equipo de cinco victorias y un empate en ocho partidos en los que Guillamón fue titular en todos ellos. Una lección de que con Hugo sobre el verde el equipo jugaba mejor a fútbol. Tras esta satisfactoria temporada en la que el proceso de madurez y crecimiento ha sido notable al haberse sobrepuesto a una situación complicada en lo deportivo, Hugo llega a verano con otra cara, siendo de nuevo consciente de que es indispensable en los planes del Valencia, aunque con la lección bien aprendida de que el trabajo y sacrificio debe continuar como tónica habitual para mantener y crecer dentro del equipo

Montaña rusa

Los últimos años de Hugo Guillamón a nivel deportivo han sido una auténtica montaña rusa. Se convirtió, de la mano de Bordalás y con migración posicional incluida, en pieza clave de un Valencia que terminó rozando la Copa del Rey en La Cartuja. Su nivel futbolístico y la extrema confianza de Luis Enrique en su juego, también como defensa central, le abrieron las puertas de la Selección Española absoluta hasta el punto de que representó a su páis en el Mundial de Catar. Fue precisamente tras el gran torneo cuando arrancó el que hasta ahora ha sido el momento más complicado de su carrera. A nivel mental, la exagerada pérdida de protagonismo también afectó al futbolista y el final del curso anterior fue un momento muy duro del que finalmente pudo recomponerse

Ahora el periodo vacacional es mucho más tranquilo a nivel mental. Ni cantos de sirena ni dudas sobre su futuro a pesar de que nada ni nadie está a salvo del mandato de Meriton en Mestalla. Trabajo, trabajo y más trabajo es todo lo que le espera al canterano este verano, aparte de una merecida desconexión tras un final de temporada ligeramente traumático debido al KO europeo por mucho que esa no fuera la exigencia del equipo a principio de temporada. Además, el ‘caso Javi Guerra’, que en manos de Meriton es una posible salida a pesar de que la previsión es que se quede, podría obligarle a dar otro paso al frente a partir de la temporada que empeará en el mes de agosto. Tras el centrocampista de Gilet hay varios clubes, como el Napoli y el FC Barcelona, entre otros, pero mientras su deseo sea seguir dando pasos como valencianista, que lo es, Lim no tiene por qué venderlo. Sobre todo teniendo en cuenta que la gran venta ya tiene, irremediablemente, nombre y apellidos georgianos. En cualquier caso, salga Guerra o no, el final de temporada ha reforzado a Guillamón.

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