Japón pagó por la melena de Mario Alberto Kempes

El país nipón invitó al Valencia CF a jugar el torneo World Soccer de 1979 y puso como exigencia, por contrato, que no se cortase el pelo para que exhibiera su melena

Kempes, imagen de archivo

Kempes, imagen de archivo

Pau Pardo

Pau Pardo

El impacto mundial que tuvo Mario Alberto Kempes a finales de los 70 lo han tenido muy pocos futbolistas en la historia. Héroe eterno de la primera Argentina campeona del mundo, ‘El Matador’ levantó pasiones en todo el mundo, pero curiosamente en Japón la fiebre por el mito valencianista fue absoluta.

Tanto es así que el conjunto de Mestalla fue invitado en el 79 al torneo World Soccer que se disputaba en el país nipón con unas condiciones que hablaron muy a las claras del nivel de carisma y de la pasión que despertaba el jugador de Bell Ville. En el contrato que se firmó para incluir a los valencianistas en este torneo asiático se estipuló muy claramente la imposibilidad de que el ‘10’ se cortase la melena para jugarlo, pues el público ansiaba ver su cabellera al viento en cada una de las carreras que diese en el encuentro. 

Además de ello, los japoneses quisieron asegurarse la presencia del jugador en los encuentros y ofrecieron doblar la cantidad por partido si jugaba él. 50.000 dólares en caso de que no saltase al terreno de juego y 100.000 en el caso de que fuese de la partida, cifras muy suculentas para ver vestido de corto en su país al entonces mejor jugador del mundo, consagrado con un Mundial en el que fue el máximo protagonista del torneo. Todo aquello estuvo rodeado de una gran cobertura mediática como se puede observar en la infinidad de portadas de revistas japonesas que copó aquellas temporadas, en muchas de ellas luciendo la ‘Senyera’ del Valencia CF

La petición de que no se cortase el pelo estaba motivada por el hecho de que años atrás lo llevase corto, pero no en sus años más icónicos. Cuando el Valencia lo fichó de Rosario Central, club en el que su venta a los blanquinegros estuvo sometida a una votación entre socios y consejeros de la entidad, ‘El Matador’ venía de realizar el servicio militar obligatorio en su país, motivo por el que tenía el pelo corto. Sin embargo, sus goles más icónicos -especialmente los de la final mundialista- fueron con una melena muy reconocible. A los japoneses les pareció tan exótico que no se lo pudieron perder.