David Silva y Benítez recuerdan en Wembley el debut del 'Mago'

Los nombres de Rafa Benítez y David Silva no suelen ir de la mano en los relatos valencianistas. De la gloria eterna del primero como guía del mejor valencia de la historia a la magia y la irreverencia del segundo que enamoró al pueblo de Mestalla. Ambas historias, no obstante, sí tienen un punto de encuentro del que este sábado se habló en la ciudad de Londres en las horas previas a la final de la Champions League que se iba a disputar en el estadio de Londres. Ambos se encontraron y estuvieron charlando del día en el que empezó todo para el ‘Mago de Arguineguín’: el 25 de marzo del año 2003 en el estadio de Castalia, cuando Benítez le dio la oportunidad de debutar con el primer equipo del Valencia CF.

El equipo estaba en las acaballas de la temporada de ‘entreligas’ y fue invitado al Trofeo de la Magdalena que celebra el CD Castellón en Castalia, un encuentro que fue aprovechado por Benítez para testar y observar de primera mano el talento que venía pujando fuerte en la Ciudad Deportiva de Paterna. Hasta 14 canteranos se llevó de una generación en la que destacaban Iván Rodríguez, Víctor Estela, Jaime Gavilán... pero la perla escondida en el joyero era el joven canario que apenas tenía 17 años de edad, prácticamente iniciado en edad juvenil, pero que aquella noche decidió poner su nombre encima de la mesa. Silva marcó uno de los goles del Valencia CF después de una gran acción colectiva para llamar la atención de Rafa Benítez, que más de veinte años más tarde se lo recordó al propio Silva con cariño a kilómetros de distancia.

El Valencia acabó perdiendo ese partido a pesar de que el gol de Silva les ponía por delante, pero el encuentro repleto de anécdotas. Por ejemplo que José Luis Oltra empezaba a forjarse un nombre en el mundo del fútbol con un Castellón que llegaba imbatido en Segunda ‘B’ a ese encuentro o que fue la primera vez que un joven Antonio Mateu Lahoz pitaba a los de Mestalla en su carrera, años más tarde se convirtió en uno de los más habituales colegiados del Trofeu Taronja por la imposibilidad de pitar en partidos oficiales al conjunto valencianista.