Gabriel se partió la cara por el Valencia

Marcelino siempre confió en el central, quien con su marcha bajó el nivel pero este año había vuelto a mostrar un buen rendimiento

Paulista durante la eliminatoria de cuartos de Copa del Rey contra el Getafe en 2019

Paulista durante la eliminatoria de cuartos de Copa del Rey contra el Getafe en 2019 / SD

Pablo Leiva

Pablo Leiva

El Valencia perdió a Paulista y no perdió a un futbolista cualquiera. Sus últimos años están lejos de ese central de rendimiento sobresaliente que sí dejó grandes momentos en el conjunto de Mestalla, pero también es cierto que este curso estaba siendo de lo mejor de una defensa en la que futbolistas jóvenes como Mosquera habían crecido a su lado. En el recuerdo, por otra parte, su grandísima dupla con Garay. Ellos fueron la pareja que hizo disfrutar a Mestalla con Marcelino García Toral y aquellas temporadas las que mejores partidos deja un Gabriel Paulista que más allá incluso de estar acertado o no, siempre se dejó todo por el equipo. 

De hecho, el partido contra el Getafe en el Mestalla de Copa del Rey marcará en cierta medida lo que fue la etapa de Paulista en el Valencia CF. En ese duelo, el primer gol llega tras un error de Jaume pero también tras ver cómo Paulista se precipita saliento de zona. Sin embargo, después de aquella acción su partido fue impecable. Concentrado, listo en las ayudas y además con buen pie en el balón largo. De hecho, en la final de Copa del de 2019, que terminó con triunfo valencianista, el conjunto de Marcelino anotó uno de sus goles precisamente gracias a un pase filtrado por el hispanobrasileño. 

Paulista celebra la Copa del Rey conseguida en 2029

Paulista celebra la Copa del Rey conseguida en 2029 / SD

Curiosamente, al igual que en aquella Copa del Rey, el Getafe marcó una de las imágenes de su carrera envuelto en sangre, en los años posteriores también fue importante. Primero por un momento muy duro en el que tuvo que acudir a la grada de los desplazados al Coliseum Alfonso Pérez para disculparse por la actuación de su equipo durante los 90 minutos. Después, esta temporada, por una roja que debió haber evitado. En definitiva, luces al inicio y sombras después para un Paulista que, eso sí, era indiscutible para Baraja.