Atletismo

Iván Penalba conquista el primer 'infierno' de su reto

El ultrafondista valenciano completó con éxito el mítico Marathon des Sables en el desierto marroquí y ya piensa en la Badwater

Iván Penalba completón con éxito el Marathon des Sables

Iván Penalba completón con éxito el Marathon des Sables / SD

Pilar Lopez

Pilar Lopez

El Marathon des Sables es una de las pruebas más emblemáticas y duras del mundo, que cada año reúne en el desierto marroquí a cientos de ‘locos’ del ultrafondo y del trail running de todo el mundo. En la 38ª edición que se celebraba la semana pasada, participó el valenciano Iván Penalba, recórdman nacional de 12 horas (158,631 km) y 24 h (274,332 km) que se enfrentó con éxito a los 250 kilómetros y 6 etapas de recorrido. El atleta de Alfafar finalizó 18º en la General y 8º mejor europeo completando así la primera etapa de su reto ‘La Conquista del Infierno’ que le llevará en el mes de julio a participar por tercera vez en la Badwater, la carrera de ultrafondo más dura del mundo que se disputa en California con un recorrido de 217 kms.

Objetivo cumplido

Aunque el Marathon des Sables también está considerada una de las pruebas más exigentes, Penalba resalta que «Físicamente me encontré mejor de lo esperado» pero que lo más complicado fue el hecho de tener que llevar encima todo lo necesario para sobrevivir:«Me ha sorprendido sobre todo la dureza de sobrevivir en el campamento. Estar en autosuficiencia total en el desierto ha a sido lo más duro». El valenciano tenía que correr llevando una pesada mochila «Tienes que llevar la comida, el cazo para cocinar, el saco de dormir, ropa de cambio... Lo único que te dan es 5 litros al día de agua que pensábamos que era mucho pero en realidad es bastante justo. Portaba encima, aproximadamente, contando el agua, 10 kilos. Yo peso 50 por lo que llevaba el 20% de mi cuerpo». Y todo ello, corriendo en un terreno tan complicado como la arena del desierto: «Es un terreno muy arenoso y de montaña al que no estoy acostumbrado, en el que te clavas ya que la arena es muy fina. A nivel muscular, tienes que hacer el doble de esfuerzo para avanzar la mitad». Aún así, el valenciano, está acostumbrado a largos recorridos por lo que «entre etapa y etapa recuperaba bien y no he tenido grandes contratiempos físicos. Eso me ha permitido disfrutar, he gestionado el esfuerzo, he tratado de no darlo todo para no acabar agotado».

Feliz tras cruzar la meta

Feliz tras cruzar la meta / SD

Ya piensa en volver

En esta primera experiencia, el objetivo «simplemente era acabar y tomar nota de todo para futuras ediciones», afirma Iván que tiene claro que quiere volver al Marathon des Sables: «Nunca he corrido en montaña ni en arena y era una incógnita ver cómo respondería. Los marroquíes corrían de maravilla, están habituados y el resto eran expertos de trail, así que, haber podido estar ahí peleando con ellos, me motiva para hacer una preparación específica y ver hasta dónde puedo llegar».

De hecho este año Iván apenas ha podido preparar la prueba: «Me pilló el toro ya que venía de competir en los 100 kms de Turín donde tenía el objetivo de bajar de las 7 horas y he estado muy centrado en preparar esa prueba», afirma el valenciano que el pasado marzo estableció un nuevo récord en el ultrafondo italiano con 6 h. 54 minutos y 32 segundos.

Aunque Sables ha sido duro, Penalba no duda en afirmar que la Badwater es una prueba mucho más exitente: «No tiene ni punto de comparación, la Badwater es mucho más dura, son 217 kilómetros sin parar, yo el primer año que la corrí, en el que quedé segundo, hice 24 horas. En Sables, menos la etapa larga que duró 11 horas, el resto estaba entre 3 y 4 horas».

Para Iván lo mejor de la experiencia ha sido la convivencia: «Es lo más maravilloso de esta prueba. En mi jaima, la 23, empezamos como desconocidos y ahora, somos como hermanos. Convives con todo tipo de gentes, culturas... eso hace de esta prueba algo mágico».

Iván Penalba con sus compañeros de jaima en el campamento

Iván Penalba con sus compañeros de jaima en el campamento / SD

Correr en la arena fue todo un reto

«Tenía dudas de cómo me iban a ir las polainas ya que hay que sellar las zapatillas con velcro porque si no, se llenan de arena. Hay zonas en que la arena te llegaba hasta la rodilla». Las altas temperaturas también endurecían la prueba: «Hacía calor pero las etapas empezaban muy pronto y lo burlábamos un poco. Eso sí, en la etapa larga, llegamos a 46 grados fue duro pero pensé que esa adaptación me irá bien para la Badwater». El mítico ultrafondo que se celebra en el punto más caliente del planeta, es ahora el objetivo de Penalba:«La Badwater es el 22 de julio, antes quiero hacer alguna prueba preparatoria».

Iván, durante la prueba

Iván, durante la prueba / SD