El olvidado origen de un club glorioso

Visito con interés la pequeña exposición dedicada al Valencia Club de Atletismo que acoge estos días la plaza interior de Nuevo Centro, organizada con motivo del centenario de la creación de la sección atlética del Valencia FC, de la que la entidad se proclama, con toda justicia, heredera. Resulta emocionante acercarse a los paneles y vitrinas montados en el centro comercial y repasar los éxitos que los y las atletas valencianos cosecharon en tres brillantes etapas: en los años veinte del pasado siglo, de la mano de figuras de referencia como José Andrés; entre 1959 y 1994, momento en que Paco Roig decidió, incomprensiblemente, finiquitar la actividad de la sección; y a partir de este último año, cuando, bajo diversas denominaciones, la entidad, ya desligada del Valencia, alcanzó sus triunfos más resonantes.

A pesar del esfuerzo de los organizadores de la muestra, que posibilitan que el visitante disfrute contemplando no solo trofeos y camisetas de indudable valor histórico, sino también llamativos recortes periodísticos o fotografías, la muestra incurre en varias omisiones, algunas de las cuales vienen arrastrándose desde hace años a pesar del extraordinario esfuerzo divulgativo que Recaredo Agulló realiza en favor del atletismo valenciano. Tres resultan especialmente significativas por la talla de sus protagonistas y el alcance de sus éxitos: por un lado, se echa de menos alguna mención, en el breve relato de la historia del club, a Vicente Salvatierra, verdadero impulsor del pedestrismo en la ciudad y alma, junto a José Llorca, de la sección atlética del Valencia FC; por otro, la ausencia de referencias al primer gran acto de proyección estatal en la historia de la sección: la Vuelta a España a Pie completada en 1926 por tres excelentes corredores: Manuel Lora, Luis Archelós y Vicente Cucarella; por último, el olvido del campeonato mundial de marcha logrado por Jesús García Bragado, atleta del club, en Stuttgart en 1993.

Llegados a este punto, convendría aclarar que la propia fecha de origen del club merecería, como mínimo, una revisión. Tengo a la vista un recorte de prensa de septiembre de 1921 en el que se anuncia la organización, por parte de “la sección atlética del Valencia FC”, de un festival artístico en Algirós -con, entre otras pruebas, carreras de diferente distancia y lanzamiento de disco- a beneficio de los soldados destinados en África. Un sencillo repaso a la prensa publicada entre 1921 y 1922 permite constatar la incansable actividad de la llamada comisión de atletismo del club, dirigida por Salvatierra y Manuel Nácher y publicitada con ahínco por Llorca. ¿Por qué, entonces, situamos el origen de la sección en 1924? Seguramente porque fue en julio de ese año cuando el grupo de atletas formado por Salvatierra se presentó en sociedad a través de una portentosa exhibición en Mestalla. Apenas un mes después, la reestructuración de la directiva del Valencia daría lugar a comisiones destinadas a impulsar, además del atletismo, otros deportes como el hockey, la esgrima, el tenis, la caza, el ciclismo, la natación, la náutica y el boxeo.

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