Opinión

El hombre capaz de hacer de los veranos un infierno

La única certeza es que Baraja necesita fichajes porque no son eternos los milagros

Lay Hoon y Corona en la presentación de Peter Federico

Lay Hoon y Corona en la presentación de Peter Federico / JM López

En veinte días tendremos con nosotros un nuevo verano. La estación preferida de niñas y niños, la estación del agua, las bicicletas y las pachangas interminables hasta que la luna cae sobre la arena. La estación del gozo y el descanso, y la estación que el malvado de Peter Lim es capaz de convertir en un infierno, a pesar incluso de que no haya que pasarse por el colegio hasta septiembre. Es (o era) el tiempo de los fichajes. Esos días en los que la vida no empezaba hasta haber leído en el periódico los nombres en los que tu club estaba trabajando. Una ilusión que Meriton Holdings y sus escuderos han ido apagando a fuerza de mentiras... poco a poco, mercado a mercado. Así que relájense, no se alteren más de la cuenta y calmen también a sus pequeños, pues, como en años anteriores, se avecinan semanas de calor y una lista interminable de futbolistas vinculados al futuro Valencia. Pero hoy, la única certeza es que Baraja pide y necesita fichajes. No tiene ni para hacer un once que pueda competir por volver a Europa. Y que, al mismo tiempo, Lim no parece dispuesto a abrir el grifo e ilusionar a la chiquillería. Lo mejor que podría pasarnos es que el Newcastle se eche para atrás y nos quedemos con Mamardashvili un año más. Ahora, el partido importante se juega en lo social. Con serpientes de verano retando la resistencia de la afición, y con los políticos ante la oportunidad de pedir cuentas y sancionar al incumplidor de Singapur. ¿Por qué no la aprovechan de una vez?

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