L’Albufera, La Lonja y el Mercado Central de València inspiraron el menú con el que la valenciana Ángela Gimeno se proclamó vencedora de la 12 ª edición del programa culinario 'MasterChef' (TVE), cuya final se celebró el pasado lunes. Cerca de las dos de la madrugada, el jurado proclamaba a la valenciana como ganadora. Ángela venció a María en el duelo final con tres platos (Perfumadita de Brea, La Albufera en secuencia y El Perfume de Amanda), que dedicó a su madre, que despertó en ella la pasión y el cariño por los fogones; su padre, quien le ha demostrado la importancia de querer a la familia, y su pareja Amanda, la persona que más le inspira en su día a día. "Soy una persona que ama Valencia, estoy loca con mi ciudad desde que soy pequeña y quería que se conociese lo bonito de la ciudad", ha reconocido la valenciana a Levante-EMV, del mismo grupo editorial que este diario, horas después de su victoria. En este sentido, Ángela reivindica que el ‘cap i casal’ "tiene de todo, ya que tiene playa, mar, mercado, huerta, Albufera...". Por eso, la concursante hizo "honor a través de sus platos a todos esos momentos vividos en este sitio tan especial". 

Para ella, este programa y, sobre todo ganar la final, ha sido "uno de los momentos más importantes de mi vida, que he vivido con mucha emoción y alegría. Ha sido un sueño". Desde el primer momento, ella sintió que podía ganar esta edición, a pesar de que también ha vivido momentos duros. Durante los distintos programas, Ángela ha mostrado una gran evolución en el ámbito culinario y ha conseguido eliminar a cada uno de sus rivales. "Sólo hay que ver el día que entré al día que salí. La evolución que he tenido, no sólo a nivel de cocina, sino de cómo pensar un plato", reconoce. Además, también agradece la relación con el jurado y el resto de compañeros. "Creo que hemos sido compañeros muy diferentes, pero que hemos encajado a la perfección. He aprendido muchísimo de cada uno de ellos. Me llevo un pedacito de todos", reivindica. 

La valenciana siempre ha sido una apasionada de la cocina. Desde bien pequeña se ha criado entre fogones, ya que su madre era chef de un restaurante, que cerró las puertas hace unos años. Sin embargo, nunca se había atrevido a dar el paso y concursar en un programa de estas características. "Estaba sentada en el sofá y vi el anuncio. Sentí como una llamada y pensé que era mi año", recuerda. 

Sin embargo, ha tenido que aprender a hacer frente a la presión y los tiempos marcados en el programa. "Tú en tu casa cocinas a tu rollo, divirtiéndote, hablando... Y aquí el tiempo se te viene en contra. Si algo te sale mal, ya todo el plato se te estropea. Al principio cuesta, pero luego vas aprendiendo y ahora cocinar en casa es un aburrimiento", señala entre risas. Sin embargo, esa exigencia y presión comportan que la valenciana de lo mejor de sí. "Cuando no me ponen una fecha límite para algo, no lo entrego. Aquí pasa igual. Cuando me ponen unos minutos creo que saco mi mejor versión", añade la valenciana, quien se considera una persona muy competitiva. "Nunca me ha gustado perder. Ni al dominó. Recuerdo que me enfadaba perdiendo al Monopoly. Competir en algo que es tu profesión es divertidísimo", afirma. 

Contar una historia

Tras ganar el concurso, ahora la valenciana está centrada en sus futuros estudios. En los próximos meses, viajará a San Sebastián para estudiar y formarse como chef. "Siempre ha sido lo que quería hacer", reivindica. La joven, que cursó Publicidad, tiene claro que quiere dedicarse a la cocina, donde pretende mezclar la creatividad y con cosas contextuales que me gustan y que expresen cosas de mí". Así, a través de sus platos, quiere "contar una historia".