Calero llega a Orriols para dar el salto

El club oficializó la contratación del técnico madrileño hasta 2026, convencido de que devolverá el espíritu y la ilusión de volver a la élite. El entrenador de Parla llega tras ser tendencia en Segunda después de sus temporadas en Burgos y Cartagena

Julián Clero, en el Levante-Burgos de la 22/23.

Julián Clero, en el Levante-Burgos de la 22/23. / F. CALABUIG

Rafa Esteve

Rafa Esteve

Tardó en llegar más de lo que el Ciutat de València hubiera deseado. Quizás, a deshora, después de que el Levante se quedase con la miel en los labios en su intención de clasificarse para la promoción de ascenso a Primera División. Pero los tiempos han marcado que los caminos de Julián Calero y el club levantinista se unan en un momento en el que el futuro, mientras la competitividad aumenta dentro de la categoría, es incierto, pero donde la ilusión de regresar a la élite del fútbol español retumba por los alrededores del coliseo de Orriols. Tras semanas en las que su nombre correteó y subió como la espuma entre los aficionados ante las informaciones difundidas, Julián Calero ya es una realidad en el Ciutat de València

El club hizo oficial la incorporación del entrenador madrileño para las dos próximas temporadas, después de finalizar su relación profesional con el Cartagena y preparado para seguir siendo una de las sensaciones de la categoría de plata como granota. Sin embargo, no será un desafío sencillo en su holgada trayectoria en los banquillos, labrada desde el barro, curtida en todas sus áreas y que le ha llevado a un fútbol profesional que lleva tres años disfrutando de sus características. No en vano, los precedentes despiertan ilusión en una parroquia azulgrana que suspira por que sea el entrenador indicado. El que devuelva al Levante, de una vez por todas, a Primera División.  

Julián Calero, pese a que tener dos décadas de experiencia a sus espaldas como técnico, afrontará su cuarta temporada en Segunda División después de pasar por las disciplinas de Burgos y Cartagena, pero habiendo dejado huella en ambos territorios cumpliendo holgadamente sus objetivos, aunque no correspondan con los que peleará desde el banquillo de Orriols. En El Plantío militó tres cursos y su recorrido fue inmejorable: ascenso a LaLiga Hypermotion y dos salvaciones tranquilas, llegando a ser tendencia en su segundo curso por dos motivos. El primero, por construir una muralla defensiva que convirtió a José Antonio Caro como el portero más imbatido en la historia de las ligas profesionales españolas, dejando la marca en 1.293 minutos sin recibir un gol. Y segundo, por permitirle al Burgos estar en la zona noble de la categoría durante gran parte de la temporada 22/23.

Considerando que en El Plantío concluyó una etapa, no le tembló el pulso para, tres meses después, asumir las riendas de un Cartagena inmerso en una situación crítica. Cogió al Efesé después de la séptima jornada de competición con solo tres puntos y logró dejarlo en Segunda División con 51 unidades en su casillero. Entre ellas, una victoria en el Ciutat que dejó las opciones del club levantinista de quedar entre los seis primeros clasificados bajo mínimos. 

Acompañado por su segundo entrenador, Antonio Carmona, y por el preparador físico Roberto Ovejero, Julián Calero será el entrenador del Levante hasta 2026 y en sus manos quedará el destino de un club que, desde que descendió a las catacumbas de la categoría de plata en el Santiago Bernabéu, y sobre todo, desde que sufrió uno de los desenlaces más crueles en la historia del fútbol, vive con la obsesión de volver a Primera. Calero nunca ha peleado por ello, pero sus precedentes respaldan su elección.