ENTREVISTA SUPER

"Quiero ganar la Conference, pero mi sueño sigue siendo volver al Levante"

Vicente Iborra busca su quinto título europeo de la mano de Olympiacos, club al que llegó tras ver frustrado su sueño de continuar en el Ciutat de València: "sientes que eres mercancía, no piensan en tus sentimientos ni en lo que quieres"

Iborra posa con el balón del partido desde el escenario de la final, en una imagen facilitada por el Olympiakos a SUPER.

Iborra posa con el balón del partido desde el escenario de la final, en una imagen facilitada por el Olympiakos a SUPER. / Giorgos Matthaios

Rafa Esteve

Rafa Esteve

El levantinismo, tal y como sucedió en 2014, en 2015, en 2016 y en 2021, estará pegado al televisor este miércoles por la noche con la ilusión de ver a su hijo pródigo levantando un nuevo título europeo en su prestigiosa trayectoria deportiva. Vicente Iborra, consciente de ello, siente una emoción enorme al saber que «su gente» le estará animando a miles de kilómetros de distancia porque se siente «uno de ellos». No es para menos si se trata del Levante: el club de su vida, su ideal futbolístico y el equipo que siempre habitará en su corazón. «En cada club he intentado involucrarme al máximo y empaparme de lo que significa defender cada camiseta. Me he dejado la piel allá donde he ido, pero el Levante está por encima de todo. Me ha formado como persona y como jugador, he adquirido unos valores que he tratado de transmitir a mis hijos… Me siento un privilegiado por haber participado en Europa con el Levante, de haber conseguido un ascenso… Es donde quiero estar y donde quiero dar mi máximo», dijo Iborra, en SUPER, a pocas horas de disputar en Atenas la final de la Conference League con el Olympiacos ante la Fiorentina.

El eterno capitán se encuentra a un paso de hacer historia con un club que, pese a ser el más laureado de Grecia, nunca ha jugado una final de un campeonato del Viejo Continente. La Fiorentina será el último obstáculo a batir para tocar la gloria y ponerle la guinda a una temporada que, a pesar del sabor agridulce que dejó quedarse lejos de conquistar la Superliga griega, aspira a ser histórica. «Nosotros nos quedamos con un sabor amargo. Tanto AEK como PAOK han hecho un gran campeonato, pero podíamos haber tenido nuestras opciones y al final no se dio. Lo que tenemos ahora es la oportunidad de conseguir ese ansiado título y de alguna forma poner una nota alta a la temporada. Me encuentro muy bien. Ilusionado y con muchas ganas, como todo el entorno del club al ser la primera final europea de la historia. Es bonito», comentó un Vicente que llega a la final en un momento óptimo tras una temporada de altibajos. 

«Empecé jugando, pasamos la previa para entrar en Europa, arrancamos la liga yendo primeros y tuve la mala suerte de caer lesionado, teniendo una lesión poco común al tratarse de un hueso. La recuperación no fue como se esperaba, se complicó, y cuando volví cambiamos de entrenador. Pese a ello, trataba de entrenar lo mejor posible, de ayudar en lo que pudiera. Soy un futbolista competitivo, con amor propio, y seguí trabajando para demostrar lo que soy. Gracias a Dios pude tener mi oportunidad». Y, ahora, el centrocampista busca participar y, a su vez, quitarse la espina de no jugar la final de la Europa League de 2021 con el Villarreal por una rotura de ligamento cruzado. «En la final de Villarreal no pude estar. En la fase de grupos participé hasta la lesión. Me hubiera gustado jugar en Gdansk. Espero participar en esta y, sobre todo, ayudar al equipo a ganar».

Feliz en Grecia

Vicente Iborra es feliz en El Pireo. No solo por lo futbolístico, sino además por la calidad de vida que existe en Grecia. «Es un país muy similar a la Comunidad Valenciana por el clima y la gastronomía. Es muy agradable salir a la calle. Es un país muy bonito. Viniendo de Segunda División, era difícil pensar que iba a jugar una final europea. Pero cuando se presenta el proyecto de Olympiacos, eres ambicioso y te imaginas llegar a lo más lejos». Sin embargo, su marcha a Grecia se debió a una circunstancia forzada tras quedarse a un segundo de ascender con el Levante a la élite. En ningún momento se le pasó por la cabeza abandonar el Ciutat pese a todo. Hizo lo imposible por seguir.    

Iborra, celebrando un gol con el Levante UD

Iborra, celebrando un gol con el Levante UD / SD

«En lo único que pienso cuando no se asciende es en ver a mi agente y decirle lo que quiero. Salí del vestuario, lo busqué y le dije: ‘vamos a intentarlo y a hacer todo lo posible’. Posteriormente, fueron días de no saber dónde meterme ni saber qué hacer, pero tanto por parte de mis representantes como por parte del club hicimos todo lo posible por continuar». De hecho, no continuar en Orriols le dolió no solo por el hecho, sino también por las formas. «Me dolió porque ves que eres mercancía, que te ponen un valor y que te etiquetan. No piensan en tus sentimientos, ni en lo que quieres o puedes hacer por un club. Cuando quieres estar al lado de un club, sobre todo en un mal momento, y no te dejan por ponerte un valor, duele más todavía. Son cosas que no se comprenden. Luego ves tantas palancas que no entiendes las reglas».

Si Vicente Iborra no pudo continuar como granota fue por un polémico y cruel penalti en el último segundo de la temporada 22/23. Un ascenso hubiera solucionado su futuro y su permanencia eterna en el Levante, bajo la inalterable etiqueta de leyenda y mediante su icónico dorsal ‘10’. Precisamente, él fue quien, una vez transformó Villalibre la pena máxima, acudió a la carrera al fondo de la portería para coger el balón, llevarlo al centro del campo y pelear hasta el final por obrar un milagro. «Había vuelto con un objetivo y el hecho de no conseguirlo a mí me mataba por dentro. En ese instante, ¿qué más se podía hacer? O me tiraba al suelo a lamentarme o intentaba empujar al resto, para que en los segundos que quedaran pudiéramos obrar un milagro. El fútbol me ha demostrado que cuando menos lo esperas suceden cosas, por eso intenté luchar hasta el final. La responsabilidad que sentía era muy grande por lo que podía significar y porque me sentía como uno más de la grada», comentó.

Recordar aquella noche, la peor de su extensa y laureada carrera deportiva, todavía le produce un mal trago. Se siente al otro lado de la línea telefónica, al escuchar su voz entrecortada. «Hay veces que lo pienso y no termino de creerme ese final tan cruel. Ese momento tan difícil, donde intentas asimilar y no puedes. Donde no entiendes qué ha pasado. Donde hay tantos porqués que no encuentras una explicación. Es un momento amargo, que trato de no recordar mucho, aunque a veces sea imposible». Pese a que el futuro de Iborra y de su Levante cambió en un abrir y cerrar de ojos, confía en que el fútbol le devuelva al club todo lo que le está arrebatando. «Pasas del todo a la nada en un segundo. En una decisión que no sabes si es la acertada o no. Pero siempre soy positivo y pienso que lo mejor está por llegar. Y más, para un club como el Levante, acostumbrado a tantos palos. Espero que el fútbol nos devuelva lo bueno».

Iborra sueña con su vuelta pase lo que pase en la final

Cuestionado por su futuro, no tiene ni un ápice de duda. «Sí, quiero volver al Levante, no hace falta ni que lo preguntes. Ya lo dije cuando me tuve que marchar. Más allá de lo que pase en la final. Formalmente no hemos hablado, pero tengo la tranquilidad por parte del club. Ellos saben lo que siento y lo que pienso». Además, el eterno ‘10’ se siente en condiciones de aceptar el reto de volver a intentar subir a Primera División. «Ojalá podamos unirnos y conseguir el bien común, que es el bien del Levante. Sería lo que más feliz me haría. El día que sienta que no puedo dar un rendimiento terminaré mi carrera. Me siento bien, estoy jugando competición europea y estoy participando. Se pueden consultar mis datos físicos, es lo que a mí me vale para seguir en activo». A poco más de un mes para terminar contrato en Grecia, Iborra cruza los dedos para volver a lucir la elástica del club de su vida, pero antes, tiene una misión por delante. «Mi sueño sigue siendo volver al Levante, pero ahora quiero ganar la Conference con Olympiacos». El levantinismo estará animándole sin cesar.