Los cribados de cáncer de pulmón detectan también otras enfermedades como epoc, fibrosis y cardiopatías

Los cribados de cáncer de pulmón en fumadores y exfumadores que se realizan desde el pasado enero en 38 hospitales de España están demostrando ser eficaces no solo para detectar esta enfermedad, sino también otras asociadas al tabaquismo, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (epoc), la fibrosis pulmonar o la enfermedad coronaria.

Según el jefe clínico del Servicio de Cirugía Torácica del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona), Juan Carlos Trujillo, los TAC de baja radiación con los que se hacen estos cribados están sirviendo, además, para diagnosticar enfermedades coronarias. En estos meses, Sant Pau ya ha hecho cuatro derivaciones a Cardiología de pacientes con calcificaciones en las arterias coronarias, algo que puede ser un preludio del infarto de miocardio.

Trujillo es el coordinador del proyecto Cassandra, el programa piloto de estos cribados del cáncer de pulmón que aspira a entrar, en cinco años, en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud. Lo que se está haciendo ahora cuenta con el apoyo de diferentes sociedades científicas y hospitales de todo el territorio español, pero no con financiación del Ministerio de Sanidad ni de las consejerías de las distintas autonomías. El 4 de junio los impulsores de este proyecto, entre los que se encuentra Trujillo, explicarán en el Congreso de los Diputados en qué consiste este programa. Algunos estudios apuntan a que estas pruebas reducen la mortalidad general por cáncer de pulmón hasta un 24%.

Como explica este cirujano, las recomendaciones de la Comisión Europea es que los países incluyan tres nuevos cribados: el gástrico, el de pulmón y el de próstata. "España no puede ir a contracorriente de lo que solicita Europa y las administraciones sanitarias deben dar un paso adelante para frenar el cáncer más mortal", reivindica este médico. "Cada 20 minutos muere en España una persona por cáncer de pulmón. Y tenemos armas para que sea evitable", añade.

El proyecto Cassandra, que preveía arrancar en junio de 2023, empezó finalmente unos meses más tarde, en enero de este año. El Hospital Ramón y Cajal de Madrid fue el primero en incluir un paciente. Desde enero y hasta ahora se han cribado un total de 150 pacientes en toda España. "Va todo un poco más lento de lo que quisiéramos porque no tenemos apoyo económico y porque cada hospital tiene su propio programa de lectura de los TAC", explica Trujillo.

Principal factor de riesgo

El tabaco es el principal factor de riesgo del cáncer de pulmón. Por eso estos cribados consisten realizar TAC de baja radiación a personas de entre 50 y 75 años que aún fumen o hayan dejado de fumar, como máximo, en los últimos 15 años. Médicos como Trujillo ponen el énfasis en la necesidad de detectar precozmente el cáncer de pulmón porque, hoy día, "menos del 25% o 30% de los casos que vemos están en un estadio inicial".

Sin embargo, hay sociedades médicas contrarias a los mismos: los epidemiólogos, por ejemplo, creen que estos esfuerzos deben focalizarse en programas de deshabituación tabáquica en vez de en cribar a personas fumadoras. El coste de pruebas como los TAC es otro de los motivos que esgrimen los contrarios a su implantación.

Trujillo matiza que el proyecto Cassandra, además de la realización de TAC, incluye programas para dejar de fumar. "Todo paciente fumador que acceda a ser cribado debe estar en un programa de deshabituación. Vamos a ver cuántas personas dejan de fumar en un contexto de cribado. Un proyecto a gran escala como el Cassandra no tiene resultados inmediatos: los resultados de este análisis los veremos en cinco años", precisa.

Según Trujillo, cada vez más hospitales españoles se están añadiendo al proyecto: recientemente lo han hecho el Gregorio Marañón de Madrid y el Virgen de la Arrixaca, en Murcia. Además, asegura también que cada vez hay más autonomías interesadas: Galicia, Euskadi y Andalucía ya se han manifestado a favor de incluirlos en el sistema de salud.