Los nutricionistas advierten: Estas son las carnes que no deberías comer según los médicos

La elección de los alimentos que consumimos tiene un impacto directo en nuestra salud y bienestar

El consumo excesivo de carnes rojas, como la carne de res, cerdo y cordero, también ha sido motivo de preocupación para los profesionales de la salud.

El consumo excesivo de carnes rojas, como la carne de res, cerdo y cordero, también ha sido motivo de preocupación para los profesionales de la salud. / SD

En un mundo donde la alimentación y la salud están cada vez más conectadas, los nutricionistas y médicos juegan un papel crucial en guiar a las personas hacia elecciones alimentarias más saludables. Uno de los temas más debatidos es el consumo de carne, un alimento que ha sido parte integral de la dieta humana durante milenios. Sin embargo, no todas las carnes son iguales en términos de salud

Los nutricionistas y médicos coinciden en que limitar el consumo de ciertas carnes puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas y mejorar la calidad de vida. Las carnes procesadas, rojas, con alto contenido de grasas saturadas, fritas, con aditivos y hormonas, y ahumadas son las principales a evitar. Optar por carnes magras y proteínas vegetales puede ser una estrategia efectiva para mantener una dieta equilibrada y saludable. Al tomar decisiones informadas sobre lo que comemos, podemos proteger nuestra salud a largo plazo y disfrutar de una vida más plena y saludable.

Carnes procesadas

Las carnes procesadas, como el tocino, las salchichas, el jamón y los embutidos, son las primeras en la lista de alimentos que los expertos recomiendan evitar. Estas carnes suelen contener altos niveles de sodio, conservantes y otros aditivos que pueden ser perjudiciales para la salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de carnes procesadas está asociado con un mayor riesgo de cáncer colorrectal. Esto se debe en parte a la presencia de nitratos y nitritos, sustancias que se utilizan para preservar el color y prevenir el crecimiento de bacterias, pero que pueden convertirse en compuestos cancerígenos en el cuerpo.

Carnes Rojas

El consumo excesivo de carnes rojas, como la carne de res, cerdo y cordero, también ha sido motivo de preocupación para los profesionales de la salud. Estudios han demostrado que una alta ingesta de carne roja puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer. El hierro hemo, presente en estas carnes, puede generar compuestos N-nitrosos en el intestino, los cuales tienen efectos cancerígenos. Además, las carnes rojas suelen tener un alto contenido de grasas saturadas, que pueden elevar los niveles de colesterol LDL ("malo") y contribuir al desarrollo de enfermedades del corazón.

MEJORES Y PEORES CARNES: Lo que dicen médicos y nutricionistas de los diferentes tipos

Lo que dicen médicos y nutricionistas de los diferentes tipos. / Pixabay

Carnes con alto contenido de grasas saturadas

Las carnes con alto contenido de grasas saturadas, como las costillas de cerdo y las carnes marmoleadas, pueden ser especialmente perjudiciales. El consumo excesivo de grasas saturadas está vinculado a un aumento en los niveles de colesterol y un mayor riesgo de enfermedades del corazón. La American Heart Association recomienda limitar la ingesta de grasas saturadas a menos del 6% de las calorías diarias totales. Esto equivale a aproximadamente 13 gramos de grasas saturadas por día en una dieta de 2,000 calorías.

Carnes fritas

Las carnes fritas, como el pollo frito y las chuletas de cerdo empanizadas, son otro grupo de alimentos que los nutricionistas sugieren evitar. La fritura añade calorías y grasas no saludables a las carnes, lo que puede contribuir al aumento de peso y otros problemas de salud. Además, la fritura a altas temperaturas puede producir compuestos tóxicos como las acrilamidas, que están asociadas con un mayor riesgo de cáncer. Optar por métodos de cocción más saludables, como asar, hornear o cocinar al vapor, es una mejor opción para mantener una dieta equilibrada.

Las carnes fritas, como el pollo frito y las chuletas de cerdo empanizadas, son otro grupo de alimentos que los nutricionistas sugieren evitar.

Las carnes fritas, como el pollo frito y las chuletas de cerdo empanizadas, son otro grupo de alimentos que los nutricionistas sugieren evitar. / SD

Alternativas saludables

Ante estas advertencias, es importante considerar alternativas más saludables. Optar por carnes magras, como el pollo sin piel, el pavo y el pescado, puede ser una mejor opción. Estos tipos de carne tienen menos grasas saturadas y pueden proporcionar una buena fuente de proteínas sin los riesgos asociados con las carnes rojas y procesadas. Además, incorporar más proteínas vegetales en la dieta, como legumbres, nueces y tofu, puede ofrecer beneficios adicionales para la salud.

¿Cuánta carne a la semana?

Las recomendaciones nutricionales con respecto al consumo de carne han cambiado mucho en los últimos tiempos, y es que cada vez hay más estudios que recomiendan limitar la cantidad de carne consumida a la semana por razones de salud. La Organización Mundial de la Salud asegura que hay que reducir a menos de 500 gramos el consumo semanal de carne procesada a la semana, y hasta los 500 gramos el de carne roja magra.

Por su parte, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda que los ciudadanos sigan un consumo moderado de carne roja (cerdo, cordero, ternera) así como procesada (embutidos), no superando las 2-3 raciones semanales, mientras que el Fondo Mundial de Investigación contra el Cáncer aconseja consumir entre 350 y 500 gramos semanales.