Ahora que el verano se acerca, llega el momento (para muchos) de establecer un plan saludable para perder peso, estar en forma y, sobre todo (y más importante) estar sanos. Lo más importante a la hora de fijarse un reto de adelgazamiento es tener muy bien definido qué vamos a hacer, durante cuánto tiempo vamos a seguirlo y que contenga objetivos reales que seamos capaces de cumplir, aunque ello conlleve cierto esfuerzo.

Perder peso es cada vez más complicado. Sobre todo si vas cumpliendo años y si tienes en cuenta que cada vez tenemos menos tiempo libre es necesario aprovechar cada momento par adelgazar. Por eso hoy te traemos un truco que puede serte útil. Cambia tu mesa en la oficina. Cambia tu ordenador en casa. Trabajes donde trabajes ponte de pie. Estando sentado quemas menos calorías y, además, normalmente al mirar a la pantalla fijamente desde la mesa adoptas una postura que daña tu espalda y (en no pocas ocasiones) tu propia vista. Pero antes de nada consulta este artículo y comprueba si es verdad que necesitas perder peso o por el contrario no tienes esa necesidad y estás en tu peso ideal.

No obstante, adelgazar es difícil, pero no imposible. Si te quitas de algún "capricho" entre semana y cuidas tu alimentación, puedes lograr tu objetivo. En España, se estima que casi cinco de cada cien calorías que se ingieren a diario de media proceden del consumo de alcohol, según los datos de la Fundación Española de la Nutrición. Estas calorías se suman a las que ya tomamos de por sí en el desayuno, la comida y la cena por lo que, insistimos, renunciar al alcohol ya puede suponer que pierdas kilos sin darte cuenta. Y si a todo ello añadimos el azúcar de los refrescos con los que se suele acompañar al vodka, whisky o ron, el número de calorías se puede disparar por encima de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud: 2.000 calorías al día para un hombre y 1.800 para una mujer.