El 'aluvión España' no afloja y llega lanzado a cuartos (4-1)

Ni el mejor guardameta de Europa, Giorgi Mamardashvili, pudo detener el vendaval de La Roja, que se sobrepuso con madurez y fútbol al inicial tanto en propia de Le Normand y terminó goleando a Georgia. Próxima parada: los anfitriones 

UEFA EURO 2024 - Round of 16 - Spain vs Georgia

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Rafa Jarque

Rafa Jarque

Sin contemplaciones ni cambios de guion por mucho que se tratara ya de un partido a vida o muerte, España salió al césped del RheinEnergieStadion con la sexta marcha puesta desde el primer minuto para dominar el partido y no dar pie a sorpresas. En la mente de los jugadores vestidos de rojo seguro que sobrevolaba el KO italiano ante Suiza y los sustos 'de muerte' de Alemania e Inglaterra ante Dinamarca y Eslovaquia respectivamente. Esa sensación sirvió, sin duda, de motivación, porque la Selección comenzó arrollando con un Nico Williams inspirado en banda izquierda. Regateando, creando espacios y, sobre todo, generando el hueco suficiente en casi cada acción para sacar centros peligrosos al área que, lamentablemente, no encontratron rematador. Lo de los balones colgados al área fue, premeditada o no, la táctica elegida para los primeros compases. Un total de diez centros en total en la primera parte.

España lo tenía todo bajo control. Tanto con balón como sin él, haciendo gala de una presión tras pérdida envidiable. Pero los caprichos del fútbol tenían un giro dramático de los acontecimientos preparado y en una de las escasas pérdidas de la Selección en el centro del campo, Georgia armó un contragolpe fulgurante que terminó con un centro al corazón del área de Chakvetadze desde el costado izquierdo. Cuando Kvaratskhelia y Le Normand corrían a pugnar por el balón, el central nacionalizado español midió mal y marcó gol en su propia portería. 0-1 y todo patas arriba.

A España le tocaba remar, aunque la buena noticia es que conocía el camino. Solo tenía que emular lo demostrado hasta el gol georgiano. Y así fue. Aunque en los primeros minutos tras el golpe de Georgia costó reaccionar, la 'Roja' recuperó el mando y siguió embotellando al conjunto rival. De tanto intentarlo, el equipo de Luis de la Fuente encontró su más que merecido premio. No fue en un centro lateral ni en una de esas triangulaciones en la frontal tan características del fútbol español. Fue en una jugada dentro del área que empezó a complicarse y en la que Nico Williams decidió desahogar hacia la posición liberada de Rodri. El centrocampista del City, desde la frontal, soltó un latigazo con pierna izquierda que batió, por fin, a un Mamardashvili que parecía imbatible.

El paso por vestuarios no frenó el ritmo in crescendo de España, que ya tenía mordida a su presa en el primer tiempo y no la iba a soltar en el segundo. Apenas habían pasado seis minutos de los segundos cuarenta y cinco y la selección española encarriló el partido con el segundo tanto. Lamine Yamal, ligeramente discreto hasta ese momento, sacó a relucir su mágica pierna zurda y puso un centro medido al segundo palo que Fabián solo tuvo que empujar con la cabeza. Gol psicológico de la roja que obligaba a Georgia a desmontar su autobús recién comenzada la segunda mitad.

El 2-1 dio pie a un territorio desconocido hasta el momento en el partido. España dejó de cometer tantos riesgos en sus jugadas al verse delante en el marcador pero Georgia tampoco dio un paso al frente convincente. El balón seguía siendo español y también las ocasiones. Lamine Yamal pudo sentenciar aprovechando un error en salida de balón de Kochorashvili, pero el disparo del extremo español se marchó ligeramente desviado. Corría el reloj y ya cerca del minuto 80 España decidió que ya era suficiente. Que no iban a permitir llegar al tramo final sufriendo. En el 73 marcó la Selección, pero fue anulado por un milimétrico fuera de juego. Solo dos minutos después llegó la sentencia, y fue aprovechando el primer hueco que permitió el equipo georgiano cuando ya sintió la necesidad de dar un paso al frente. España recuperó en defensa y puso a correr a un Nico Williams con un mucho espacio por delante. Lo que vino después fue una obra de arte del extremo del Athletic. Rompió a su defensor y fusiló a un Mamardashvili que hace milagros pero no tantos.

El 3-1 hundió a Georgia. Lamine pudo marcar el cuarto hasta en dos ocasiones, pero no era su día de cara a puerta. Así que fue Dani Olmo quien cogió galones y remató el partido. Control magistral en la frontal y definición de 'crack'. Todo visto para sentencia, Georgia tiró la toalla y España captó el mensaje. 4-1 sobreponiéndose al tanto inicial rival y claro mensaje a Alemania, los anfitriones, de que esta Selección tiene mucho fútbol.