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Así es Hansi Flick, el nuevo entrenador del Barça

El técnico alemán repitió la gesta de Guardiola ganando el sexteto de títulos en 2020

Hansi Flick posa con la camiseta del Barça como nuevo entrenador azulgrana hasta 2026.

Hansi Flick posa con la camiseta del Barça como nuevo entrenador azulgrana hasta 2026. / @FCBARCELONA

Joan Domènech

Para los ‘boomers’ y anteriores: Hansi Flick, de 22 años, es el futbolista del Bayern de Múnich con el dorsal 7 que está sobre la línea de gol, él solo, sin portero, cuando Rabah Madjer conecta el taconazo con el que el Oporto inicia la remontada para llevarse la final de la Copa de Europa de 1987.

Para los ‘millenials’ y posteriores: Después de Pep Guardiola, viene Hansi Flick. El mito del Barça, cuya leyenda se agranda con el paso de los años, fue el primer entrenador del mundo en encadenar el sexteto de títulos en 2009: Liga, Copa, Champions, Supercopa, Supercopa de Europa y Mundial de Clubs. Flick repitió la gesta con el Bayern en 2020.

Hansi Flick, antes del Eintracht Frankfurt-FC Bayern Munich.

Hansi Flick, antes del Eintracht Frankfurt-FC Bayern Munich. / RONALD WITTEK / EFE

Flick dejó el fútbol profesional a los 28 años y se refugió en el Victoria Bammental, su primer club, amateur, donde hizo la conversión a entrenador.

Llegada y despedida discreta

Hans-Dieter Flick debutó con el Bayern con 20 años y permaneció cinco temporadas en el principal club de Alemania (1985-90). Jugó tres campañas más con el Colonia (90-93) y a los 28 dejó el profesionalismo para refugiarse en el Victoria Bammental, un discreto club amateur al sur de Heidelberg, la ciudad donde nació el 24 de febrero de 1965. En Bammental instalaría una tienda de artículos deportivos que traspasó en 2017, cuando ya había regresado a la élite.

Tan discretamente como se marchó de Múnich el siete de aquel equipo, con seis trofeos en su zurrón, regresó 22 años después, de nuevo con un papel secundario, pero lanzado al primer plano con el fabuloso éxito de los seis títulos encadenados, siete en total tras anunciar su renuncia a seguir en el Allianz Arena en 2021.

Flick es manteado por los jugadores del Bayern tras la conquista de la Champions en 2020.

Flick es manteado por los jugadores del Bayern tras la conquista de la Champions en 2020. / MIGUEL A. LOPES / EFE

El hoy técnico azulgrana tiene un lugar en la historia del fútbol: es el segundo técnico en ligar un sextete. Lo logró con el Bayern entre junio de 2020 y febrero de 2021.

El blanco y el negro

Un año y medio duró (de noviembre de 2019 a mayo de 2021) dirigiendo al multicampeón bávaro, y dos años duró (de septiembre de 2021 a septiembre de 2023), liderando a la selección alemana. Breves periodos que sugieren que Flick, hombre taciturno y tranquilo, la antítesis del histrionismo, no resiste los zarandeos del primer plano. Los que agitan siempre al FC Hollywood, el sobrenombre del Bayern, y a Alemania, la selección más laureada de Europa. Lo que le espera en el Barça.

“En Alemania siempre es complicado. Solo existe el blanco y el negro”, explicaba Flick durante su mandato en el combinado nacional. "La presión es inmensa y cuando no llegan las victorias hay aún más críticas; al final es parte del trabajo", entendía. No le asusta, por tanto, subir a “la montaña rusa” por la que se desliza el ocupante del banquillo del Barça, según la definición de Xavi Hernández después de acabar mareado de tanto vaivén, pese a que había vivido en esa vagoneta más de 15 años en su época de futbolista.

Flick aclarará si su fichaje por el Barça reside en la atracción por el vértigo, la seducción que ejerce la institución, o la motivación por guiar una plantilla de conocidos veteranos (Ter Stegen, Gündogan, Lewandowski) y desconocidos adolescentes (Lamine Yamal, Cubarsí, Fermín) bajo las órdenes de un presidente plenipotenciario y un equipo que juega de prestado en un estadio con más historia que presente. O todo a la vez.

Luis Enrique y hansi Flick conversan al término del España - Alemania del Mundial de Qatar.

Luis Enrique y hansi Flick conversan al término del España - Alemania del Mundial de Qatar. / JUANJO MARTÍN / EFE

Tecnología y 'big data'

Nadie asciende a la cima si no llega proyectado por los éxitos o por los fundamentos. Flick los adquirió en el Victoria, donde hizo la transición de jugador a entrenador combinando las dos funciones durante un tiempo.

El Hoffenheim, hoy en la Bundesliga, en 1999 un club de quinta división cercano a Bammental, le fichó para liderar al equipo poco después de que fuera adquirido por Dietmar Hopp, un exjugador que se había convertido en un brillante hombre de negocios como cofundador de la firma de software SAP, actualmente la mayor compañía europea. Flick intervino y participó en la incipiente aplicación de la tecnología y el big data en el fútbol. El Hoffenheim ascendió tres categorías en cinco temporadas.

El broche del Mundial

El bagaje tecnológico le condujo a la labor de asistente técnico en la federación alemana, dentro del grupo de trabajo de Joachim Löw en la selección ejerciendo la responsabilidad en las actividades programables o medibles en el fútbol. La estrategia a balón parado, por ejemplo. A su lado permaneció desde 2006 a 2014, con el broche dorado de la conquista del Mundial de Brasil.

Flick completó la formación futbolística aprendiendo la vertiente organizativa desde la función de director deportivo de la federación, y a él se le atribuye la irrupción de la nueva generación personificada en Jamal Musiala, el más emblemático. Regresó a los orígenes del Hoffenheim tres años después, donde no encontró el sosiego que esperaba, con varios conflictos internos, y duró meses.

Flick saluda a Karl Heinz Ruimmenigge exdirector general del Bayern.

Flick saluda a Karl Heinz Ruimmenigge exdirector general del Bayern. / ALEXANDER HASSENSTEIN / EFE

Alguien en el Bayern pensó en él en 2019. No es descartable que fuera algún expupilo suyo de la selección, ni que lo recomendara Lothar Matthäus, el compañero que lucía el 8 en la final ante el Oporto o que le apoyaran el dorsal 7 y el 9 de su equipo, Michael Rummenigge y Dieter Hoeness, hermanos ilustres de los dos principales mandamases de la entidad, Karl Heinz y Uli.

Flick iba a ser el contrapunto apaciguador y dialogante que compensara la visceralidad de Niko Kovac, el entrenador del cuadro rojo y que empezaba a acusar el desgaste de la temporada anterior. Los diarios sensacionalistas alemanes informaron de las quejas de los futbolistas por sus maneras ante los directivos. Una derrota por 5-1 frente al Eintracht Frankfurt guillotinó a Kovac, dejando a Flick ante los focos.

Con el Bayern emprendió una racha de 30 partidos sin perder, con 21 victorias seguidas que acabó con la conquista de la Champions en Lisboa.

De interino a fijo

“Hansi será el entrenador interino”, informó Rummenigge, Karl- Heinz, el mismo que meses después le regaló el bolígrafo para que firmara un contrato de dos años aprobado el periodo de prueba después de un 2-0 al Olympiacos, 4-0 al Borussia Dortmund, 0-4 al Fortuna Düsseldorf y 0-6 al Estrella Roja de Belgrado. Dos derrotas (1-2 con el Bayer Leverkusen y Borussia Moenchengladbach) interrumpieron la racha que se reanudó con 30 partidos invicto, 29 victorias, las 21 últimas consecutivas.

Algo mucho peor interrumpió la trayectoria del Bayern: la pandemia. Dos meses paró el planeta fútbol. En esa fase emergió, cuentan, una de las principales virtudes de Flick: su humanidad. Hibernada la tensión profesional y florecido el miedo universal ante ese mal que se propagaba, cobró relevancia la relación personal que cultiva el técnico, la capacidad para generar un buen ambiente. El vehículo del idioma será una dificultad en Barcelona, por más que haya aprendido expresiones en español y se maneje en un muy decente inglés.

Flick felicita a sus jugadores tras la victoria sobre el Olympique de Lyon en la Champions 2020.E

Flick felicita a sus jugadores tras la victoria sobre el Olympique de Lyon en la Champions 2020.E / MIGUEL A. LOPES / EF

Flick cultiva las relaciones personales en la plantilla y el idioma será un hándicap en los primeros tiempos.

En cuanto se reanudó el juego, el Bayern terminó el trabajo en Alemania (Bundesliga y Copa) y se preparó para la fase final de la Champions, con una pretemporada en julio que los jugadores pudieron compartir con sus familias. Liquidó al Chelsea en Múnich y aterrizó en Lisboa en agosto para desplumar al Barça (2-8), Olympique de Lyon (0-3) y al Paris Saint Germain (1-0).

Fue el punto y seguido al triplete, que había empezado en junio, en el viaje hacia el sextete. En septiembre se añadieron la Supercopa de Europa (ante el Sevilla) y la de Alemania (Borussia Dortmund) y en febrero de 2021 llegaba a la meta con el Mundial de Clubs (frente al Tigres de México).

Durante la segunda campaña tuvo un enfrentamiento con Hasan Salihadmizic, el director técnico, a cuenta de los refuerzos que había efectuado el ejecutivo. Flick no contaba con ellos. Fue él quien admitió el enfrentamiento entre ambos -”tenemos posiciones diferentes, pero eso no quiere decir que no nos apreciemos", afirmó-, quien defendió a su superior cuando arreciaron los insultos hacia él y su familia en las redes sociales -”su familia es maravillosa, eso es inaceptable”, criticó- y quien informó de la reconciliación tras una agria conversación pública entre ambos. No aprovechó su mejor posición tras la conquista del sextete para forzar una disyuntiva entre el y Salihadmizic. Pese a contar con el apoyo de Matthäus.

El lema: "El fútbol es naturalmente importante, pero no es lo más importante en la vida".

Un libro personal

"Pese a todas las diferencias que ha habido entre nosotros, nunca hemos pasado al ataque personal. Tenemos que tener cuidado que esas cosas no interfieran todos los días. El fútbol es naturalmente importante, pero no es lo más importante en la vida", explicó.

Un lema que se había impuesto Flick en 2010 cuando a su esposa Silke, su novia de toda la vida, le detectaron un cáncer de mama. El técnico, padre de dos hijas, Hannah y Kathrin, escribió un libro titulado 'En el momento. Sobre el éxito, la belleza del juego y lo que realmente importa en la vida', a medio camino entre la biografía y la autoayuda, donde expone sus experiencias y sus reflexiones y donde repite: "Hay cosas mayores y más importantes que el fútbol".

Flick y su ayudante en la selección alemana Marcus Sorg, que podría acompañarle a Barcelona.

Flick y su ayudante en la selección alemana Marcus Sorg, que podría acompañarle a Barcelona. / FRIEDEMANN VOGEL / EFE

Japón cavó la tumba de Flick en la selección: le derrotó por 2-1 en el Mundial de Qatar y por 4-1 en un amistoso que originó su destitución.

“Tuve un miedo que nunca había sentido antes”, confesaba Flick en esas páginas que vieron la luz en septiembre de 2022, cuando ya era el seleccionador de Alemania y preparaba el Mundial de Qatar. El torneo se saldó con un estrepitoso fracaso, por cuanto el equipo quedaba fuera por segunda vez consecutiva de la fase de grupos. Perdió Alemania frente a Japón (1-2), que en septiembre de 2023 volvió a derrotarle por 1-4 en un amistoso y consumó el despido de Flick, empató con España (1-1) y no pudo vencer por siete goles a Costa Rica para pasar: el 4-2 fue insuficiente.

El documental que hizo la federación de la experiencia de Alemania muestra un Flick enfurecido abroncando a los internacionales en el vestuario durante ese partido. El equipo solo ganaba por 1-0. La imagen no se corresponde con el carácter habitual de un técnico que trata de espolear a un equipo ni es su actitud en la banda durante los partidos. El Barça le pondrá a prueba.