¿Quién dijo que había cambiado? Jose Mourinho volvió a sacar en Mestalla su lado más chulo, provocador y maleducado. El entrenador del Real Madrid insultó a Jordi Alba después de una clara falta de Özil, se encaró con David Albelda en la banda cuando el capitán del Valencia sólo reclamaba tranquilidad, hizo gestos sobre todo durante la segunda parte con el objetivo de amedrentar al árbitro y faltó el respeto a Mestalla en la celebración del tercer tanto de Cristiano Ronaldo subiéndose a caballito de Callejón. El portugués volvió a ser el triste protagonista de un partido que intentó ni perder ni empatar y al final lo consiguió a base de marrullería.

La misma que empleó Mourinho en el minuto 60 cuando Özil cometía una dura entrada contra Jordi Alba que merecía la expulsión. Fue entonces cuando comenzó el ´show´ del técnico portugués. Curiosamente, coincidiendo con los mejores minutos del Valencia en los que empezaba a atisbarse una reacción. «¡Levántate!», acompañado de un grave insulto, le dijo el luso a Jordi mientras el catalán se retorcía sobre el césped de Mestalla. Fue a partir de entonces cuando ´Mou´ llamó «payaso» hasta cinco veces al internacional del Valencia. Una acción antirreglamentaria que no escuchó el cuarto árbitro y que hubiera merecido la expulsión. Sólo dos minutos más tarde se repetía la acción en la misma banda. Jordi era derribado en falta y Mou entraba, de nuevo, en cólera. Una actitud que no entendió el capitán del Valencia. Albelda fue el banquillo del Madrid para pedirle tranquilidad al portugués. Le dio igual. Se encaró con el de la Pobla Llarga y tuvo que ser un miembro de seguridad del campo el que los separara. Ni rastro de señorío y menos de tarjetas amarillas.

El espectáculo de Mourinho no había acabado. Sergio Ramos se sumaba al ´show´ de su entrenador celebrando el segundo gol. El central corrió hacia el banquillo de su equipo con la mano en la oreja en un evidente gesto de provocación. Si su técnico lo hacía, ¿por qué no él? Mou, mientras tanto, se abrazaba con Pepe. Pero lo mejor —en este caso lo peor— estaba por llegar. El portugués aún se guardó un gesto para seguir mofándose del equipo y la afición del Valencia. Al técnico blanco no se le ocurrió otra cosa que celebrar el tercer gol de Cristiano que parecía sentenciar el partido subiéndose a caballito de uno de sus jugadores. El luso corrió la banda y saltó sobre la espalda de Callejón. El futbolista reía y el técnico hacía un gesto de rabia con su mano. Así se las gasta Mou. Un técnico que, a pesar de sus resultados, dejó mucho que desear en su comportamiento irrespetuoso. ¿Quién fue el «payaso»?