Expectativas y pronósticos a los que desafiar

Las declaraciones de Miñambres cobran más sentido después de los resultados de la jornada: «hay que hacer una racha que no hemos tenido, pero estamos capacitados», dijo el técnico sobre un equipo que mejoró en muchos registros

Momento de apretar los dientes en el Ciutat de València

Momento de apretar los dientes en el Ciutat de València / Germán Caballero

Rafa Esteve

Rafa Esteve

La sonrisa de felicidad que dejó la victoria del Levante contra el Villarreal B quedó empequeñecida después de los resultados que se dieron durante la jornada. Los entrenados por Felipe Miñambres, a pesar de que suene intrascendente, dieron un paso en la clasificación escalando hacia la décima posición, pero las victorias de Racing de Santander, Oviedo y Burgos provocaron que la promoción se mantenga a tres puntos de distancia. Sin embargo, que la quinta plaza esté también a un partido de diferencia, pese a que el golaverage no sea positivo para los granotas con Oviedo y Racing de Santander, provoca que aún exista un hilo de esperanza para asaltar el playoff de ascenso a Primera División

Más allá de que en La Cerámica se rompió el maleficio de los siete meses sin ganar a domicilio, los levantinistas dieron un salto en múltiples aspectos colectivos, independientemente de que volvió a dejar la portería a cero después de dos jornadas consecutivas encajando. Manteniendo su identidad en todo momento, donde más resaltó el equipo fue en efectividad. De sus cinco disparos entre palos, uno de ellos previo al tanto inicial de Álex Muñoz, tres fueron al fondo de la red. Por otro lado, de los 505 pases realizados, se alcanzó un 85 por cien de precisión, muestra de que el combinado levantinista dio validez a un juego de posesión que se convirtió en dominio sobre el adversario, ya que, desde que Felipe asumió los mandos del banquillo de Orriols, los granotas tocaron dicho porcentaje en dos ocasiones, pero en ninguna se consiguió vencer (0-0 contra el Andorra y 1-2 frente al Amorebieta). 

No obstante, desde las profundidades del cuerpo técnico destacan cómo creció el equipo durante el tramo del encuentro donde el Villarreal B achuchó y asedió la portería de Andrés Fernández. Sobre todo, a la hora de defender acciones a balón parado, debido a que el filial amarillo es de los que más remata de la categoría, solventándolas notablemente. Acercar a los centrocampistas a la retaguardia, y utilizando a Oriol como ancla tanto con balón como sin balón, fueron importantes para sumar de tres y cambiar la tendencia, mientras se sacaron conclusiones positivas dentro de la mejoría que tiene que seguir experimentando un equipo que, visto el desarrollo de la jornada, tiene la obligación de dar su máximo nivel. Independientemente de que lleve desde octubre sin encadenar más de una victoria consecutiva y de que todavía queden equipos a los que superar en la tabla. Felipe, tras la victoria, ya puso la mano en el fuego por los suyos. «Hay que hacer una racha que no hemos tenido, pero estamos capacitados», dijo el técnico.